Lorenzo o Balta, como lo llaman sus amigos, vive en Ojén (Málaga), aunque nació en un pueblo de Castilla y León, donde se dio cuenta de que la gente del campo “es más sana”. No esconde que antes de irse a “vivir al bosque” estuvo nueve años en prisión por atracador.
¿Cómo te presentarás a la gente que lee esta entrevista?
Como una persona que ama la naturaleza, está en contacto con ella y que lucha cada día por mantener la salud de este planeta, de los animales y de las personas.
Desde hace tiempo vives en el campo, en una finca de tu propiedad con tus hijos sin las “comodidades” típicas de la vida moderna, ¿podrías decirme por qué decidiste vivir así y cómo es tu estilo de vida en este entorno natural?
Decidí vivir así porque nací en el campo, en un pueblo muy pequeño, y cuando he ido a la ciudad no me he sentido como en el campo, la vida en el campo me hace sentir mejor. Cuando he estudiado medicina, nutrición, dietética y otros factores que intervienen en la salud, pues me he dado cuenta que estos factores están en la naturaleza y aquí es donde me he sentido con más energía vital.
Desde hace años consumes una dieta cruda, vegetariana, ¿cómo te sientes? ¿por qué decidiste alimentarte de esa forma? ¿Antes cómo era tu estilo de vida?
Yo me siento estupendamente a nivel físico, mental y espiritual, y he elegido esto porque he comparado y esto es lo que me hace sentir mejor, me siento con más energía vital, no tengo ningún problema de salud, ni de resfriados, ni de gripes… no tengo que utilizar medicamentos, no tengo que vacunarme para prevenir ninguna enfermedad, porque he aprendido que cuando vives sano, con una alimentación sana, unas relaciones sociales sanas, un entorno sano, entonces tienes salud. Y antes mi vida era como la de una persona que vive en el pueblo, mi padre era ganadero, mi abuelos eran agricultores, y yo siempre he vivido en contacto con la naturaleza, esa era mi vida. Comía carne, comida cocinada, pan blanco, yo comía el pan de horno que hacía mi madre.
Tú y tu familia vivís en la finca, algunas personas más, ¿cómo conseguís ser autosuficientes en ese entorno natural?
Aquí producimos frutas y verduras. Y bueno lo que hago aquí es un intercambio con personas que vienen de vacaciones o que tienen problemas de salud, yo les asesoro con cosas que les van bien y ellos a mi me dan dinero, me pagan por estar aquí. Es un intercambio de energía. Igual que podría estar trabajando en un hospital o de caminero, o de otra cosa, pues trabajo para la salud porque me gusta.
¿Cómo es un día normal para ti?
Un día como hoy, en el que en cualquier momento llegan cuatro o cinco personas y se quedan aquí dos días o una semana, tengo que conocerlas, tengo que hacer a veces terapias, porque vienen también personas que tienen problemas con las drogas duras o personas que vienen con cáncer, y bueno es algo muy bonito, es como un viaje, es como estar viajando y cada día conoces personas nuevas.
¿Tratas a personas con cáncer aquí? ¿Da resultado?
Sí, llevo ya 20 años tratando a personas con cáncer. Sí da resultado porque el cáncer no viene caído del cielo, el cáncer se produce por algo, entonces cuando el cáncer tiene causas, y esas causas las cambias, los efectos son diferentes también.
Si dicen que la casualidad no existe y si la causalidad que “todo tiene su causa”, ¿crees que tu paso por la cárcel no fue “casual” sino “causal” para aprender algo?
Por supuesto que fue causalidad, porque yo recuerdo que cuando yo tenía 15 años en una visita a la cárcel con mi padre para recoger arena en una granja que estaba al lado, nos tenían que abrir una puerta, pues yo tenía tanta curiosidad por saber lo que había allí dentro que le pregunté a un guardia civil si me podía enseñar la cárcel por dentro, y me dijo que no, que ojalá no tuviera que conocer nunca la cárcel por dentro. Y ese hombre, cuando pasaron los años y yo tenía 24, cuando entré en la cárcel en Zamora, este hombre seguía trabajando allí aunque ya se iba a jubilar, y me reconoció y me dijo “tú no querías ver la cárcel por dentro cuando tenías 15 años, pues ahora la vas a ver” (Risas). Yo he aprendido muchas cosas en prisión, es una experiencia muy dura, muy fuerte, pero yo me siento muy diferente después de haber pasado por prisión, es una situación tan potente, tan energética, tan profunda… te llegas a conocer a ti mismo de una manera tan profunda que de otra forma sería imposible.
Si tienen hijos, ¿reciben educación académica? ¿Cuál es su estilo de vida? ¿Cómo se les cuida?
Bueno, yo estoy a favor de la educación, no tengo nada en contra de los colegios, de los institutos, de las facultades, pero yo creo en las cosas buenas para las personas, para