Sus bocetos e ilustraciones están cargados de estilo, glamour y lujo. Si hablamos del mundo de la moda en España, no podemos pasar el fundamental trabajo de Arturo Elena. Su trazo, casi fotográfico, está repleto de elegancia y buen gusto. Sus trabajos se mueven entre la belleza del realismo y lo exquisito de la ilusión. Solo hay que observar sus ilustraciones para darse cuenta de lo rico de su mundo interior.
Este turolense ha trabajado con las firmas más importantes del mundo, ha publicado en las revistas de moda más trascendentes de nuestro país, imparte clases en el Instituto Europeo di Design y aún le queda mucho por hacer.
¿Cuál es la visión de Arturo Elena de la moda?, ¿cómo plasma esa visión en el papel?
No puedo generalizar, pues ateniéndome a mi estilo personal, siempre he de tener en cuenta las directrices marcadas por cada cliente en cada uno de los trabajos que me encargan. Procuro documentarme al máximo sobre el estilo y filosofía de marca del cliente; después, en función del fin de la imagen que me piden, procuro visualizar antes de llevar al papel una mezcla de todos esos aspectos para que funcionen en la imagen final. A veces puedo empezar con una idea más o menos definida, pero después del proceso de documentación del que antes hablaba, encuentro algo que puede transmitir mejor la idea del cliente y lo cambio por completo. Supongo que mi visión de la moda se podría definir como una mezcla de las pautas que marcan los clientes y mi visión personal de todo ello.
¿Cuáles son sus influencias?
Especialmente la fotografía de moda, que es de donde me abastezco principalmente para conseguir los efectos de realismo, y que las luces, sombras, texturas, movimiento de las figuras, perspectivas etc. tengan el aspecto que busco y la armonía que preciso para cada imagen, pero también todo tipo de fotografía, no necesariamente de moda.
Aparte, y desde muy joven, siempre he admirado a pintores clásicos como Velázquez, Mengs, Dalí, Sert o ilustradores como René Gruau, Stefano Canulli o Antonio López.
Ha colaborado con firmas de la talla de Victorio & Lucchino, Chanel, Roberto Verino y también con publicaciones fundamentales en el mundo de la moda como Cosmopolitan, Telva, Elle… ¿hay algo que le quede por conseguir?
Pienso que muchísimo todavía. Desde luego estoy muy satisfecho de que firmas y diseñadores como éstos hayan pensado en mí a la hora de llevar a cabo cualquier tipo de trabajo para ellos, pero existen aún muchos más, o posibles trabajos que no tienen porque venir incluso del mundo de la moda y donde se podrían hacer cosas muy bonitas.
Además de su trabajo como ilustrador de moda, imparte clases en el “Istituto Europeo di Design” de Madrid desde 1998 como profesor de ilustración para enseñar su propia técnica y el proceso de elaboración de su trabajo, ¿se considera un autodidacta?, ¿cuál es su opinión del panorama actual de artistas ilustradores de moda en nuestro país?, ¿qué nos dice de su cantera de pupilos?
Sí que me considero autodidacta, el dibujo me gustó desde siempre y lo he practicado desde muy pequeño. Llegado el momento de decidir a qué dedicarme y al querer introducirme en una academia para estudiar diseño, me dieron trabajo sin previa formación, así que desarrollé mi estilo y técnica trabajando, y teniendo como única guía mi intuición, mis aptitudes para el dibujo y mi absoluta atracción por el mundo de la moda.
Acerca del panorama de la ilustración en nuestro país, creo que no podemos quejarnos, aparte de hallar ilustradores bastante notables, trabajando no sólo a nivel nacional, hoy en día con la aparición de las nuevas tecnologías, con los programas informáticos sobre todo, hacen que personas con una gran creatividad y quizás con menos aptitudes para el dibujo, puedan llevar a cabo trabajos muy válidos.
Y por último, respecto a mis alumnos, pues sólo puedo darles las gracias por interesarse en experimentar mi técnica y cómo llevo a cabo mi trabajo, pero también porque transmitiéndoles todo esto yo también he aprendido muchas cosas. No todos ellos llegarán a ser ilustradores o diseñadores, porque luego la vocación y el tesón sobre todo, actuarán de criba y quedarán los verdaderamente válidos, pero son muchos los que tienen muchísimas ganas de aprender.
Sus ilustraciones desprenden glamour, lujo y elegancia, pero van más allá del placer visual, nos envuelven en un mundo lleno de talento, sensibilidad por el arte, realismo y color, ¿qué tiene Arturo Elena en su mundo interior para plasmar tanta belleza?
Pues supongo que lo que llamamos vocación y el continuo afán por intentar hacerlo cada día mejor y más bonito que el anterior. Considero que las ganas de aprender y la curiosidad es algo muy importante.
¿Cómo consigue que sus dibujos parezcan fotografías?
Pues precisamente así, tomando como referencia fotografías. Es una técnica que al fin y al cabo, la hemos visto toda la vida en las escuelas de arte, donde para desarrollar dicha técnica a los alumnos se les pide que hagan su dibujo del natural, con un modelo o un bodegón reales, y viendo e intentando plasmar cada uno desde su perspectiva, la imagen con sus luces, sombras, movimientos etc., pues bien, yo en lugar de tener al modelo o a la modelo en vivo, lo tengo en las fotografías.
¿Es difícil dedicarse al mundo de la moda?
Pienso que tan difícil como dedicarse a cualquier otro mundo, siempre, como dije antes, que uno tenga claro qué es lo que quiere, demuestre aptitudes o se forme con ganas para ello, y trabaje, trabaje y trabaje, es lo mismo que se le va a pedir en cualquier otro sector.
¿Cómo te inspiras para trabajar?
Con mucha información por parte del cliente, de sus productos, su filosofía de marca, lo que quiere transmitir con mi imagen… La comunicación con el cliente es fundamental. Después busco y elijo documentación gráfica, principalmente fotografías, que se adapten a mi idea de lo que quiero plasmar en el papel. Es un proceso igual de trabajoso e importante que el de ejecutar la ilustración en sí.
¿Cuál es el secreto de tu glamour?
Creo que no hay ningún secreto. La mayoría de mis trabajos están enfocados al campo de la moda, y creo que el glamour es algo inherente a ella, o debería serlo. Yo me limito a tratar de reflejar ese mundo. Lo que sí me aventuraría a decir es que creo que tengo un estilo personal muy marcado, que hace que cualquiera de mis ilustraciones sea fácilmente identificable conmigo. Independientemente de las pautas que me marque un cliente, siempre intento plasmar en una ilustración algo más que una prenda de ropa; para mí también es igual de importante el detalle, el gesto y actitud del personaje, el movimiento, y en definitiva, la atmósfera, y que el espectador sea capaz de percibirla. Por eso, mi trabajo como ilustrador no consiste sólo en dibujar, también hay que ser un poco estilista, escenógrafo, iluminador… hay que buscar la historia que me llevará a plasmar en papel la imagen a definir.
– Test Fugaz
Te gustaría ser cómo:
Como soy
Qué es arte:
Todo lo bello creado por el hombre capaz de emocionarnos.
Una ciudad para no parar de crear:
Cualquier ciudad sin guerras ni violencia, a ser posible con mar.
Una melodía para crear:
El silencio
El sabor del éxito:
Agradable, pero me pone en guardia. Tener éxito cuesta, pero lo realmente difícil es mantenerlo.
Su pequeño gran descubrimiento:
La técnica que utilizo para realizar mi trabajo, que descubrí casi jugando.
Un sueño:
La paz en el mundo.