Nacho Artacho es un joven compositor malagueño que lleva más de 15 años en el mundo de la música. Su larga trayectoria le ha llevado a la producción de su primer disco en solitario, Los días y los hombres, compuesto por 9 temas llenos de sentimiento y personalidad.
Este joven malagueño comienza su andadura musical a los 16 años con el grupo Incas, hasta que emprende su camino en solitario en 2003. Durante todo este tiempo ha tocado diferentes ramas musicales de la mano del compositor y pianista Miguel Pérez o del cantautor José Antonio Delgado.
Compositor y músico polifacético ganó el segundo premio en el Certamen de Canción de Autor “Villa de Alameda”, ha participado como columnista en diferentes publicaciones, presidió el jurado del certamen literario “Emilio Salgari”, ha colaborado con Pablo Accino en la redacción de los guiones cinematográficos como “Jaque” y “Son juegos de la luz en el espejo”, y actualmente es profesor de lengua y literatura en el instituto “Jacobo Orellana” de Alameda (Málaga).
Desde los 16 años ha estado escribiendo y leyendo, y reconoce que es su pasión y su vida. Después de tanto tiempo ha logrado llevar a cabo su disco Los días y los hombres con la ayuda de Miguel Pérez como arreglista y director musical. Una experiencia que define como: “Una aventura maravillosa, y terrible. Se ha llevado las fuerzas de 5 años”.
¿Cuándo empezaste en el mundo de la música?
Hace 15 años, tenía 16. Empecé con los compañeros en el instituto, a echar las tardes de los viernes, empiezas a tocar y cuando te quieres dar cuenta lo que era una manera de divertirte, te va gustando más, y empezamos con las primeras teterías que había en Málaga. Había una muy chiquitita en Los Guindos, que se llamaba Trotamundos, y allí experimentábamos. Los primeros conciertos se llenaban mucho, era casi como un juego, y a partir de ahí nos lo fuimos tomando más enserio. Empecé con el Grupo Incas, teníamos muy poca idea y muy poca vergüenza (sonríe).
¿Cuáles son tus influencias?
Yo escucho todo lo que puedo, porque es la única manera de aprender. Tuve un pelotazo muy grande cuando empecé a escuchar a Silvio Rodríguez, empecé a tocar la guitarra porque escuche un disco de Silvio y me volvió loco. A los 3 ó 4 años tuve que dejarlo porque más que influencia lo imitaba, y empecé a hacer otras cosas. Hoy por hoy me gusta un poco de todo. Me gustan mucho los compositores de los años 60, el flamenco antiguo, flamenco jondo, música popular sudamericana,…
¿En qué estilo te ubicas?
No me gusta ubicarme en un estilo determinado. No sabría definir mi estilo. Sobre todo lírico, pero en el sentido más amplio. Le concedo mucha importancia a lo poético cuando escribo, y me gusta tener mucho cuidado con la voz, que suene bonito.
¿En qué, quién o cómo te inspiras para componer?
Yo no creo mucho en la inspiración. Yo soy muy trabajoso para escribir. Eso de ‘me llegó una noche y me puse a escribir’, no me pasa. Necesito ponerme y soy perfeccionista hasta lo maniático. Puedo estar 5 meses con una canción porque en el fondo lo hago para mí. Para mí componer es como una obra de carpintería. Para mí es un trabajo pero entendido en el sentido más íntimo, es mi oficio al que le dedico mi tiempo, mis ganas, mi pasión.
¿Sobre qué temas te gusta escribir?
A mí me gusta complicármelo un poquito. Tiendo a ser un poco filosófico, me gusta pensar en el porqué, hay cosas que me inquietan mucho. El dolor humano me inquieta mucho, el origen de las cosas.
¿El disco está enteramente compuesto por ti?
Sí, menos una letra de un chico que es de la asociación H.I.J.O.S., sobre las desapariciones en la dictadura argentina. ¿Y la música? Hay una música de un amigo, José Antonio Delgado, y los arreglos para la orquesta son de Miguel Pérez, un compositor malagueño, con el que he tenido la suerte de trabajar. Hacemos Jazz, copla, fusionamos boleros, y él fue el que me propuso orquestar las canciones.
¿Cuál es la canción que más te gusta del disco?
No sabría decirte porque yo disfruto mucho mientras compongo, ese tiempo lo disfruto y lo sufro mucho porque hay una relación intensa que no me puedo quitar de la cabeza. Mientras las voy haciendo cada canción me parece la que más me gusta y cuando pasa el tiempo casi todas dejan de gustarme.
Hay una del disco, es la más extraña pero es a la que más cariño tengo, 1939. Es la historia del abuelo de una amiga mía, que estuvo preso en un campo de concentración en Torremolinos durante la guerra civil. Me contó la historia, me pareció tan increíble que le dije que se la tenía que escribir.
¿Dónde podemos encontrar tu disco?
Lo podéis encontrar en la tienda de discos Candilejas y en la librería Cincoechegaray.
En el futuro:
Tengo idea de irme a Lisboa a grabar con músicos portugueses pero ya veremos. Es una ciudad y una música que me gusta mucho. Yo firmaría ahora mismo por poder seguir grabando mis discos como pueda. Me gustaría verme con 60 años haciendo cosas mucho mejores que las que hago ahora y peores que las que haga con 70.
Para más información, podéis visitar su web:
www.nachoartacho.net/web/