Secretos de belleza.
Consejos del prestigioso cirujano Dr. Kai O. Kaye.
La medicina estética y la cirugía plástica se han convertido en elementos muy importantes de nuestra sociedad para conseguir un aspecto joven, saludable y agradable.
El reconocido Dr. Kai O. Kaye, cirujano plástico y director de Ocean Clinic, domina muy bien los secretos de la belleza y quiere compartir con los lectores de Linda Magazine sus años de experiencia, asesorando a todos los interesados con sus conocimientos sobre la materia.
l Dr. Kaye cursó estudios en las escuelas médicas de Bonn, Paris V, Los Ángeles (UCLA) y Munich (TUM). Finamente, obtuvo su diploma médico en la Universidad de Munich (TUM) en 2001 y, posteriormente, la mención Cum Laude en 2002, tras dos años de investigación en el campo de la cirugía plástica reconstructiva. En ese mismo año se unió a un prestigioso departamento de cirugía plástica en Berlín para especializarse y, en 2004, aprovechó la oportunidad de formar parte del Departamento de Cirugía Plástica y Reconstructiva de la Universidad de Aachen (RWTH) para seguir su especialización en el campo de la cirugía de quemados.
Después de completar su programa de estudios, logró una mayor especialización en el campo de la cirugía estética trabajando en una conocida clínica privada en Marbella, antes de decidirse a abrir su propio centro clínico.
La cirugía más demandada
El Dr. Kaye, registrado como Médico Especialista en Cirugía Plástica, Estética y reparadora en Alemania, España y el Reino Unido, ha dado conferencias en convenciones nacionales e internacionales, publicado numerosos artículos en el campo de la cirugía plástica y estética y colabora con Linda Magazine como asesor en cirugía plástica.
En el artículo siguiente el Dr. Kaye explica a nos lectores una de las operaciones las más demandadas en la cirugía plástica de la mujer: El Aumento de pecho.
Si consideramos las sociedades basadas en las pautas occidentales de la belleza, la imagen del pecho “ideal” ha cambiado mucho durante el último siglo a raíz de los grandes cambios en la vida social, tales como la liberación sexual de los últimos años de los sesenta, el creciente feminismo, la nueva feminidad de los ochenta y el estilo andrógino de los noventa, que han influenciado sustancialmente la auto-estima, sobre todo de la mujer jove,n en cuanto a su aspecto físico, así como su imagen exterior hacia la sociedad, los medios y la moda.
Pechos de moda
El nuevo milenio, a pesar de su evidente aceleración orientada hacia el futuro y su progresión en todos los aspectos de la vida, en realidad ha recreado una moda y un estilo evocador de las épocas donde un pecho un poco más amplio constituía una parte importante de la feminidad y sensualidad de cada mujer.
Esta imagen recuperada, que en la actualidad se ve transmitida por algunas modelos en los pases de moda, por las jóvenes estrellas de cine y muchas cantantes famosas de pop, está reflejada en todos los aspectos de la moda y la vida social, y alienta a más mujeres jóvenes a someterse a la cirugía plástica para conseguir los pechos a los que creen tener derecho.
Desde el punto de vista del cirujano plástico, cambiar el busto femenino es algo muy delicado por el impacto tan evidente que produce en la vida del paciente, y es complicado ofrecer una solución única para todas las pacientes. La composición tan compleja de la mama, que consiste en tejido glandular (glándulas lácteas), tejido graso, y numerosas bandas fibrosas que mantienen la forma natural del pecho, requiere unos conocimientos y técnicas individualizados que tendrán que considerar los cambios que experimenta el tejido mamario conforme a la edad de la paciente.
Cada edad es distinta
El pecho de una mujer joven de entre 18 y 30 años de edad tiene unas necesidades totalmente distintas en cuanto a la clase y forma de un implante, la ubicación del implante e incluso la situación de las cicatrices que las que pudieran corresponder a una mujer de más de 30 años que posiblemente ya ha estado embarazada.
Es importante saber que la composición del tejido mamario no es estática, sino que tiene tendencia a variarse en cuanto a la relación entre el tejido glandular y el tejido graso, lo cual en consecuencia afecta a la firmeza, la elasticidad y la forma del pecho. Por lo tanto la técnica empleada en la intervención tiene que adaptarse muy específicamente a la edad del paciente, tomando en cuenta los siguientes elementos:
al contrario que la mayoría de mujeres que ya han tenido un hijo, una mujer joven con un pecho pequeño suele tener poca, o un mínimo de caída del pecho, por lo tanto el pliegue inframamario esta poco marcado o es incluso inexistente. Este hecho reduce la ventaja de colocar los implantes mediante una incisión en dicho pliegue porque las cicatrices no quedaran automáticamente ocultas por la forma natural del pecho, tal como ocurre en una mujer mayor.
En este caso el acceso alternativo para la colocación de los implantes es mediante una pequeña incisión por debajo de la areola, ofreciendo unos resultados óptimos con una cicatriz aun menos visible. Por lo tanto es necesario consultar muy detenidamente este tema con el cirujano que vaya a realizar la intervención. Después de decidir sobre la ubicación de las futuras cicatrices, hay que evaluar el emplazamiento de los implantes dentro del pecho.
Básicamente se puede colocar un implante mamario directamente por debajo de la glándula que cubre el músculo pectoral o bien se puede colocar por debajo del músculo.
Además de las aspiraciones del paciente en cuanto a la forma deseada de la mama aumentada, juegan un papel muy importante en esta decisión la edad de la mujer y la configuración de su pecho.
Una solución individual
En el caso de una mujer joven que no presenta ninguna caída, o un mínimo de caída en los pechos, una buena elasticidad de la piel y una forma normal de pecho, si colocamos el implante por debajo del músculo, el resultado estético será excelente, el implante quedara mejor protegido por el músculo y los resultados a largo plazo serán más satisfactorios ya que el músculo frena la caída del implante que ocurre con los años.
Asimismo, si el pecho es muy pequeño y el aumento de tamaño deseado supone más de una talla, se aconseja su colocación por detrás del músculo, porque no habría disponible suficiente tejido glandular para cubrir el implante pudiendo así tener un aspecto poco natural. Por otra parte, en el caso de una paciente de más edad que tal vez haya dado a luz y pasado por un periodo de lactancia, la forma del pecho podría necesitar la colocación del implante directamente por debajo de la glándula para así proporcionar suficiente volumen para rellenar la piel estirada por la caída.
El último punto importante a tener en cuenta con el cirujano es el estilo o forma del implante. Al igual que en otros aspectos de la vida, la ciencia y la tecnología han hecho posible una mejora constante e impresionante a lo largo de la última década.
Los implantes de sexta generación de silicona se componen de un envoltorio altamente resistente alrededor de un núcleo blando, como un gel, lo cual proporciona un tacto suave y natural que hasta ahora nunca se había conseguido, a la vez que ofrece una vida útil de 15 años o más.