La maternidad es uno de los momentos más importantes y especiales en la vida de una mujer, pero esta alegría puede verse enturbiada por los cambios que el embarazo y el postparto pueden provocar en el cuerpo por dentro y por fuera. Uno de ellos es la alopecia postparto.
Según un estudio llevado a cabo por Laboratorios Kapiderm, es rara la ocasión en que una mujer que ha dado luz elude esta caída. Y es que el cabello es muy sensible a los cambios que sufre el cuerpo en sus diferentes estados, especialmente a los que producen una disminución de ciertos nutrientes como hierro, magnesio, calcio o fósforo.
En primer lugar, hay que definir en qué consiste esta afección: la alopecia postparto es la caída específica del cabello posterior a un parto. Se manifiesta principalmente entre el segundo y el cuarto mes después del nacimiento del bebé en la mayor parte de los casos, provocando una caída abundante y difusa por todo el cuero cabelludo, centrándose principalmente en la zona frontal dando lugar a unas incipientes pero preocupantes entradas. Lo que se acrecienta en mujeres con tendencia a una alopecia androgenética. La alopecia androgenética se conoce también como alopecia prematura o calvicie común.
Este estudio, resumido en la publicación “Dermotricología en la peluquería” de Kapyderm Laboratorios, se elaboró con 50 mujeres de entre 25 y 35 años, llegando a las siguientes conclusiones:
Durante los dos primeros meses de embarazo: se observó un ligero descenso del cabello, atribuible a dos factores. Por un lado, a las transformaciones metabólicas y hormonales propios de la gestación. Por otro lado, a la posible existencia de tensiones emocionales, así como, a situaciones patológicas como el incremento de naúseas denominado hiperémesis gravídica.
A partir del segundo y tercer mes de gestación: el cuerpo va adaptándose a la nueva situación y se produce un proceso de adaptación que conlleva una mayor estabilización hormonal, emocional y nutricional.
Esta normalización que se provoca durante los siguientes meses de embarazo puede ser provocada en gran medida por el aumento de estrógenos que genera los ovarios y las glándulas suprarrenales maternas, así como por la placenta. Es decir, los andrógenos u hormonas masculinas, provocan la caída del cabello, mientras que los estrógenos inhiben esta acción produciendo el efecto contrario y evitando por tanto esta caída. A su vez, incrementan el nivel de agua en la dermis y la síntesis del colágeno, producen una proliferación, dilatación y aumento de la permeabilidad vascular, aumentando el flujo sanguíneo en la piel, dando a la ésta una apariencia más hidratada y juvenil. O lo que es lo mismo, el incremento de estrógenos propicia una recuperación rápida del cabello llegando a tenerlo mejor que nunca.
EL POSTPARTO
Pero esta pronta recuperación y envidiable aspecto solo dura hasta el momento del nacimiento. ¿Por qué? Porque se produce un brusco descenso de estrógenos que da lugar a una cierta atrofia de la dermis y epidermis, y por tanto una alteración de la hidratación y los componentes colágeno y vascular. Estos nuevos cambios van a hacer que la piel pierda en cierto modo ese aspecto envidiable, y van a provocar una predisposición a la caída del cabello.
Pérdida de sangre durante el parto, aproximadamente medio litro, con todo lo que ello conlleva; pérdida de peso después del mismo, debido al líquido acumulado, lo que disminuye la hidratación y aumenta el contenido en sodio; la lactancia, el estrés e incluso una depresión postparto muy común en muchas mujeres, las hemorragias, la infección puerperal y el uso de anticoagulantes agravian la anemia. Lo que inevitablemente provoca la pérdida de cabello.
A partir del mes y medio se hace más evidente llegando a su punto álgido alrededor del tercer mes, desarrollándose hasta el quinto o sexto mes. El organismo irá volviendo a la normalidad poco a poco hasta que el cabello recupere un estado muy similar al que tenía antes del embarazo. Aunque ya nunca será el mismo, el aspecto final dependerá de otros factores carenciales y genéticos, siendo menos notable esta alopecia en embarazos sucesivos.
Una realidad transitoria que no debe estropear un momento tan especial como es la maternidad.
Alopecia postparto, una realidad transitoria
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