Un fotógrafo curioso, con una mirada limpia y fresca que retrata con excelencia tras el objetivo de su cámara. Ugo Camera cubre las más prestigiosas pasarelas del circuito internacional. París, Londres, Milán, Nueva York…son solo algunas de sus citas ineludibles. Un soberbio trabajo en moda de pasarela que luego copa protagonismo en las revistas más prestigiosas del sector. Su llegada a la industria fue casual pero su permanencia ha sido el resultado de su brillante fotografía.
¿Cómo descubrió su pasión por la fotografía? ¿Recuerda cuál fue su primer equipo fotográfico?
Siempre he sentido entusiasmo por la fotografía, desde muy corta edad. De hecho, cuando otros niños pedían a sus padres una bicicleta, yo solo quería una cámara para fotografiar mis juguetes. Mis peluches y muñecos fueron los primeros modelos a los que retraté.
Lleva más de 30 años dedicándose a la fotografía de moda, ¿Cómo enfocó su carrera hacia esta área?
Comencé con la fotografía de paisaje, viajes y turismo. A la moda llegué por casualidad, haciéndole fotos a mi novia. Era modelo, las necesitaba para su book y cuando la agencia vio las imágenes le gustaron mucho, así que me llamaron para fotografiar los books de todas las modelo de la agencia y así, fue como entré sin querer en el mundo de la moda.
Su trabajo se publica en revistas especializadas de todo el mundo. ¿Cuál fue el magazine que publicó por primera vez una imagen suya? ¿Cómo lo recuerda?
Tras empezar con los catálogos, editoriales y publicidad, muy pronto, y también por casualidad, me inicié en la fotografía de pasarela. Se me daba muy bien y además, me gustaba mucho. La primera revista que publicó unas fotos mías de pasarela fue el magazine italiano “Collezioni”.
Cubre los desfiles más importantes del circuito internacional. París, Londres, Milán, Nueva York, Madrid o Barcelona son solo algunas de sus citas ineludibles. ¿Cómo valora la evolución de estas prestigiosas pasarelas a lo largo de los años?
Las pasarelas internacionales siempre han estado en lo más alto, y ya lo estaban cuando empecé. También he sido testigo del nacimiento de las pasarelas de Madrid y Barcelona, he podido seguir su espectacular evolución y crecimiento desde el principio hasta día de hoy.
¿Qué es lo más característico de cada una de ellas?
Todas son diferentes y cada una tiene unas características que las definen por eso no se pueden comparar entre ellas. Quizá podríamos decir que París le da mucha importancia a la mujer, mientras que Milán le da protagonismo al hombre. Londres puede ser considerada la más alternativa e innovadora pues pone el foco de atención a nuevos talentos, y Nueva York es más global y comercial a nivel de business.
¿Cómo se vive la Fashion Week tras el objetivo de un fotógrafo? Cuéntenos como es un día en su agenda.
La fotografía de pasarela es muy exigente, debe ser rápida y precisa porque obviamente el desfile no se puede repetir. En las pasarelas internaciones cada desfile es en un sitio diferente de la ciudad, y hay como una docena al día, así que tienes que correr como un loco de un desfile a otro. Son jornadas muy intensas en las que no se para.
Háblanos del equipo que te acompaña.
Somos un equipo compuesto por cuatro personas: dos fotógrafos, uno para la pasarela y los detalles, y otro para backstage y streetstyle; un editor para las fotos y un conductor que nos lleva de un desfile a otro.
Desde hace un par de años tiene impacto el fenómeno “Street Style”. Invitadas a los desfiles que acaparan flashes a la entrada y a la salida por sus extravagantes estilismos. ¿Qué opina de ello?
La moda siempre busca nuevas tendencias y se aburre enseguida de lo que ya tiene. Es algo implícito en su esencia. La moda debe renovarse continuamente para no aburrirse y no aburrir. Por eso el “Street Style” es la última tendencia de la pasarela.
¿Existe la fotografía perfecta?
Claro que no, por el simple hecho de que la perfección no existe.
A través de su visor, y tras estos años de trabajo ¿Qué lecciones ha aprendido?
Nunca se deja de aprender y crecer. Es un privilegio seguir experimentando cada día algo nuevo, no parar de investigar y no dar nada por sabido.